Entre los deportes extremos, sus practicantes suelen sentir más emoción por practicar aquellos que representan mayor riesgo o son un desafío mayor para poder desarrollar los trucos y movimientos necesarios, entre estos deportes, el Wakeboarding no para de sumar adeptos ya que al reto de lograr maniobrar con alto riesgo, se suma que todo se realiza en la playa, con una gran vista y el mejor sol acompañándote.
El Wakeboarding es un deporte moderno, su nacimiento se ubica en la década del 80 y como no podía ser de otra manera, vio la luz en las playas de California de la manera más casual.
Un surfer bastante conocido de la zona estaba en la playa con su tabla, esperando una buena ola para practicar algo de surf, pero la espera se hizo larga. Por muy buenas condiciones que tenga la playa para surfear siempre habrá momentos sin buenas olas, pero este surfista decidió probar atando su tabla a una lancha con una cuerda resistente y notó que la velocidad le permitía surfear aún mejor y, al aguantarse con fuerza, podría hacer aún más trucos, esto definió el nacimiento del Wakeboarding, con aquel intrépido hombre llamado Tony Finn.
Un deporte en agua y aire
Finn pasó a la historia por su ocurrencia, pues a muchos les encantó aquella idea y pronto había muchas lanchas arrastrando tablas a toda velocidad, con surfistas haciendo piruetas más increíbles que las que lograban sobre las olas de manera natural. Por supuesto que, para medidas de seguridad, el surfista mantiene la unión con la tabla a través de la cuerda y entre la velocidad en el agua y los saltos en el aire, las competencias de Wakeboarding no se hicieron esperar, con las primeras piruetas conocidas pasando entre fanáticos ansiosos por imitar a los mejores.
La técnica es algo compleja, porque al comienzo el surfista debe sujetar fuerte a la cuerda, manteniendo los brazos recogidos para mantener el equilibrio y en cuanto se levanta en la tabla, ya con velocidad ganada, se estiran los brazos, sujetándose de manera alterna con una o ambas manos mientras salta y hace todas las piruetas que vemos realizar a estos deportistas en los videos.
El equipo de Wakeboarding depende del nivel de agilidad del surfer
Puesto que las características físicas de los elementos que se usan en este deporte, determinarán la posibilidad de hacer grandes piruetas pero también los riesgos, es conveniente aprender que estas características varían según el nivel de preparación de la persona.
Un surfista principiante, por ejemplo, requerirá una tabla bastante ancha y gruesa, que evite que caiga al agua con facilidad, pero esta misma tabla hace que se vea limitado a la hora de hacer trucos.
Un surfista avanzado, por otra parte, prefiere las tablas más delgadas, asumiendo el mayor riesgo de caer al agua pero con libertad de realizar un mayor número de piruetas sin limitantes.
Las botas: Estas son altas y bien cerradas. Estas se adaptan al pie y sobre todo, brindan una estabilidad total sobre la tabla.
La cuerda: Nuevamente hay una variación entre los principiantes y los expertos. Mientras más novato es el surfer más corta será la cuerda, aunque el límite es de 19,8 metros, mientras que los más avanzados usan cuerdas de más de 25 metros, ya que al ir a mayor velocidad necesitarán distancia para poder tomar impulso y realizar las piruetas necesarias para divertirse al máximo.
Chaleco: Por razones obvias es indispensable el chaleco, ya que nos permitirá estar a salvo en caso de caer en medio de nuestra sesión de wakeboarding, hay que recordar también que vamos a cierta velocidad por lo que, aparte del chaleco, hay que entrenarse en saber caer de manera segura, el choque con el agua a ciertas velocidades puede presentar riesgos similares a chocar contra una superficie sólida.